jueves, 24 de enero de 2008

La distribución del frutero

La distribución del frutero


En su libro Cottage Economy, William Cobbett recomendaba a sus colonos no cultivar frutales: creía que ocupaban demasiado espacio y sólo servían para que los niños cogieran cólicos. Pero Cobbett no era tan consciente como hoy día del valor de las vitaminas, y creo personalmente que nada mejor que la fruta proporciona al mismo tiempo placer gastronómico y algo que el cuerpo necesita.


Hay pocos placeres comparables con el de comer las primeras fresas del año o preparar una macedonia con las frutas que uno mismo ha recogido. Además, el sentimiento de bienestar espiritual que proporciona recorrer una huerta rebosante de flores o frutas es uno de los mayores deleites de la horticultura.

Sin embargo, la planificación de los frutales requiere grandes cavilaciones. Por un lado, se trata de tres especies distintas de plantas: árboles, arbustos y plantas rastreras. Por otro lado hay que tomar en consideración qué otras cosas se cultivan pues los frutales absorben gran cantidad de nutrientes del suelo y producen una gran zona de sombra. Por último, y esto es lo más importante, requieren una gran superficie.

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