martes, 18 de septiembre de 2007

Cerezas

Cerezas


Sólo merece la pena plantar un cerezo si el huerto reúne dos condiciones. Primero, ha de sobrar espacio después de haberlo dedicado a las hortalizas, los frutos de baya y los de mayor consumo, como los manzanos, perales y ciruelos; un cerezo ocupa una enorme extensión, a veces de hasta 45 m2. Segundo, el huerto debe estar relativamente libre de aves. Si no es así, devorarán gran parte del fruto, y entonces lo mejor que podrá hacerse será cultivarlo contra una pared y cubrirlo con una red.


Existen dos tipos de cerezas: las propiamente dichas y las guindas. Hablando en un sentido general, las primeras son para con­sumo en fresco y las segundas se destinan para cocción, embotellado y preparación de mermeladas. Las últimas tienen la ventaja que resultan menos atractivas para los pájaros y que se pueden cul­tivar en cualquier parte del huerto, mientras que las primeras requieren un lugar soleado o una pared orientada al sur. Hay una variedad de guinda, la garrafal, que es la más adecuada para cul­tivo pues es resistente y autofértil.

Suelo y clima:

Los cerezos crecen en tierra franca ligera y bien drenada. Prospe­ran incluso en terrenos de grava, aunque hunden mucho sus raíces por lo que deberá tratarse de suelos profundos. Los cerezos amar­gos crecen en arcillas mejor que los anteriores, si bien prefieren también un terreno ligero y profundo. Ambas variedades muestran preferencia por un pH de 6 ó 7 aunque toleran más cal que los manzanos llegando a admitir un pH de hasta 8. Crecen en climas templados, pero hay variedades que dan fruto en otros más extre­mados. Sin embargo, las flores de la mayoría de las variedades son sensibles a las heladas y no deben cultivarse en donde se produz­can embolsamientos de aire helado.


Tratamiento del suelo:

Hay que hacer una labranza integral (es decir, una cava en profun­didad).


Multiplicación:

Las púas de cerezo suelen injertarse en patrones de cerezo silvestre. El más común es el Mailing 12/1. Lo más sencillo es comprar el cerezo que se desea, ya injertado, pero si uno mismo quiere preparar los propios injertos, en la página 99 se describen los métodos más apropiados. Como casi ningún cerezo puede ferti­lizarse a sí mismo, conviene tener dos variedades injertadas en el mismo árbol. Deben elegirse dos que florezcan al mismo tiempo. Los árboles se plantan igual que los manzanos. Hay que separarlos en el huerto 13 m. Si crecen en un arriate contra una pared, conviene cultivarlos en bancal profundo. En los demás casos son demasiado grandes para seguir este método.


Cuidados durante el crecimiento:

Se los poda según se indica en la ilustración inferior. Conviene apli­car una materia rica en nitrógeno a razón de 28 g por cada año de desarrollo del árbol, hasta que alcance los cinco años. Todo lo que hay que hacer es extender el producto utilizado por el suelo cerca de la base del árbol. Pasado ese primer período, deben aplicarse 140 g por año. Con 500 g de harina de semilla de algodón o 225 g de harina de sangre se facilitan al árbol los 28 g de nitrógeno reco­mendados.


El suelo debe permanecer desnudo debajo de los cerezos durante los cinco primeros años, aunque no hay que excavar en profundi­dad. Es suficiente con una labor de azada o un acolchado. Tras el quinto año se eliminan las malas hierbas y se plantan algunos nar­cisos, tulipanes o crocos a su alrededor, se siembra césped y se deja crecer. La otra posibilidad es dejar correr unas gallinas por debajo. Si se hace esto hay que asegurarse de que son las suficientes como para producir 11 kg de estiércol al año.


Plagas y enfermedades:

Pulgón negro: Estos pulgones hacen que las hojas se ricen, fenó­meno acompañado a veces por la aparición de manchas negras. Si los árboles están invadidos hay que rociarlos con una solución de alquitrán o caldo borgoñés.

Mal del plomo: Si no se controla esta enfermedad llega a matar el árbol. La causa un hongo que vive sobre madera muerta por lo que no aparece si se poda bien a principios del verano y se recubren las heridas con pintura.


Recolección

Las cerezas dulces se recogen cuando están maduras y se las con­sume de inmediato. Las acidas se arrancan dejando el pecíolo, de lo contrario se las desgarraría.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Te has herniado para poner lo de la recolección, amigo. Yo creía que se cogían cuando están verdes.

Unknown dijo...

En.Colombia, se consigue las semillas.???

Blogger1 dijo...

no todos los frutales pueden cortarse maduros, la mayoría se corta verde y madura despues

Unknown dijo...

Me interesa para bolivia

Unknown dijo...

En Colombia se consiguen semillas de cereza?