sábado, 18 de agosto de 2007

Frambuesas

Frambuesas


Las frambuesas son uno de los mejores frutos blandos que puede cultivar el hortelano autosuficiente. Son resistentes y soportan el abandono, aunque no debieran tener que demostrarlo.


Suelo y clima:

Prefieren suelos ligeramente ácidos por lo que no debe encalarse en ninguna circunstancia. La cal causa clorosis (amarilleo de las hojas). De todas maneras necesitan que la tierra sea buena por lo que si el suelo es ligero y arenoso hay que incorporar gran cantidad de estiércol. Los frambuesos prefieren el sol, pero si éste es escaso en el huerto crecen también en un lugar umbrío.

Tratamiento del suelo:

Se cava en otoño una zanja de dos paletadas de profundidad y se la llena con una mezcla de tierra y compost o estiércol. Necesita gran cantidad de potasio por lo que conviene añadir ceniza de madera si se dispone de ella; en caso contrario se agrega cualquier otro abono potásico. Tiene raíces tanto superficiales como profundas y necesita abundante humus.


Si sólo se quiere tener una hilera no hay problema; pero las raí­ces se extienden mucho y para plantar más de una hilera hay que separarlas bastante: lo normal en los huertos comerciales es 1.8 m pero es suficiente con 1.2 m para ahorrar espacio.


Multiplicación:

Recomiendo encarecidamente adquirir patrones con certificado sanitario expedido por un organismo oficial. Esos ejemplares dan mejores cosechas y duran mucho más tiempo que los que se pue­den obtener de un vecino que corta en otoño los renuevos de sus ejemplares. Las plantas certificadas consisten en un tallo con un talón de raíz sobre ella. Se plantan las raíces separadas 30 cm en hileras distanciadas 1.2 m. Se las entierra a 8 cm, se las cubre de tierra y se aprieta bien. Hay que cortar el tallo acto seguido hasta dejarlo a 23 cm por encima del suelo.


No hay razón alguna para no multiplicar los propios frambuesos en años sucesivos. "Andan" lo mismo que las fresas pero lo hacen de un modo totalmente distinto. Con el método del bancal pro­fundo hay que plantarlos en hileras separadas entre sí 45 cm. Debido a que sus raíces son superficiales no es aconsejable el cultivo intercalado. No se los debe plantar en donde ha habido frambuesos con anterioridad ni tampoco inmediatamente después de las patatas o los tomates porque padecen algunas de las mismas enfermedades.


Cuidados durante el crecimiento:

No hay que dejarlos que den fruto el primer año: hay que arrancar las flores pues de lo contrario la fructificación debilita a la planta. En el segundo verano ya pueden producir. Hay que eliminar las malas hierbas en un radio de unos 30 cm alrededor de las plantas mediante un acolchado abundante, para el que puede utilizarse cés­ped segado, hojas o compost. Hay que hacer labor de azada entre las hileras. No deben dejarse arraigar malezas ni hierbas pues impiden el desarrollo de los frambuesos. Hay que verificar si el acolchado es lo bastante espeso cada primavera. Las hileras de los frambuesos son un buen sitio para depositar las cenizas de madera. El empalizado del frambueso es sencillo pero necesario. Hay que preparar una cerca con tres cables de alambre, el más alto situado a 1.5 m por encima del suelo, y los otros debajo a intervalos regulares. Se atan a ellos los tallos. Hay quienes utilizan tres pares de cables y se limitan a meter los tallos entre cada par. Da resultado pero es mejor atarlos.

Poda: En otoño, después de que se hayan marchitado todas las hojas, se cortan hasta cerca del suelo los tallos que hayan fructifi­cado y se los poda del modo indicado en la figura de arriba.


Conviene recordar que los frambuesos actúan como bienales aunque sean en realidad perennes. Las ramas que se desarrollan un año dan fruto al siguiente y mueren después. Por eso hay que cor­tar cada año las que han fructificado, y dejar las que han nacido ese mismo año pues son las que darán fruto al siguiente.


Plagas y enfermedades:

Existen varias enfermedades causadas por virus y hongos que afec­tan a los frambuesos. Si se observa decoloración u otro signo de enfermedad, hay que cortar y quemar la parte afectada.

Mosaico del frambueso: Es la peor de entre las diversas virosis que se presentan y hace que las hojas se ricen y muestren manchas rojas y amarillas. Hay que arrancar los ejemplares afectados y quemarlos. Si no se hace, los pulgones trasmiten el virus a otras plantas.

Carencia de hierro: Si se observan zonas amarillas entre los nervios de las hojas es probable que se trate de falta de hierro. Apa­rece con mayor frecuencia en suelos muy alcalinos.


Recolección y almacenamiento:


Lo mejor es comer, crudas con nata, tantas como se pueda. El resto se guarda: se congelan y embotellan. Cuando llueve encima del fruto maduro hay que recogerlo en cuanto cesa la lluvia y congelarlo o embotellarlo; si no se hace así se enmohece. No deben dejarse frutos enmohecidos en la planta, pues el moho se transmitiría a otras plantas.

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