jueves, 24 de enero de 2008

La distribución del frutero

La distribución del frutero


En su libro Cottage Economy, William Cobbett recomendaba a sus colonos no cultivar frutales: creía que ocupaban demasiado espacio y sólo servían para que los niños cogieran cólicos. Pero Cobbett no era tan consciente como hoy día del valor de las vitaminas, y creo personalmente que nada mejor que la fruta proporciona al mismo tiempo placer gastronómico y algo que el cuerpo necesita.


Hay pocos placeres comparables con el de comer las primeras fresas del año o preparar una macedonia con las frutas que uno mismo ha recogido. Además, el sentimiento de bienestar espiritual que proporciona recorrer una huerta rebosante de flores o frutas es uno de los mayores deleites de la horticultura.

Sin embargo, la planificación de los frutales requiere grandes cavilaciones. Por un lado, se trata de tres especies distintas de plantas: árboles, arbustos y plantas rastreras. Por otro lado hay que tomar en consideración qué otras cosas se cultivan pues los frutales absorben gran cantidad de nutrientes del suelo y producen una gran zona de sombra. Por último, y esto es lo más importante, requieren una gran superficie.

jueves, 10 de enero de 2008

Trazado del huerto de frutales

Trazado del huerto de frutales


A la vista del problema de la sombra lo más conve­niente es disponer el huerto en forma escalonada. Así, por ejemplo, en la parte norte se colocarán árboles de pie alto, o formados, y de modo progresivo hacia el sur pies semialtos, a continuación arbustos y después algu­nos frutales en espaldera. Delante de ellos se plantan unas filas de frambuesos, después algunos groselleros y por último un macizo de fresas.


Ésta es, desde luego, una disposición ideal, para la cual hace falta un huerto de alguna extensión. Pero el principio es bastante sim­ple: las plantas más altas hacia el norte y las más bajas hacia el sur con lo cual se evita el problema de las som­bras.


La sombra de los frutales:

Los grandes árboles frutales arrojan una gran cantidad de sombra. Si se los planta en el extremo norte del huerto el problema queda resuelto, pero si están en la parte sur lo único que podrá crecer al norte de los mis­mos serán plantas amantes de la umbría tales como el ruibarbo y la menta.

viernes, 4 de enero de 2008

Protección de los frutos

Protección de los frutos


Uno de los factores primordiales que se deben conside­rar a la hora de planificar un frutedo es si se está en condiciones de proteger la fruta contra las aves. Éstas son, con toda probabilidad, el mayor obstáculo para lograr éxito en el cultivo de fruta. Los frutales de baya se deben proteger completamente; quizá la única solu­ción realmente eficaz sea una jaula.

Los cere­zos en particular son muy vulnerables a las aves, y si no están cubiertos por completo con una red, éstas darán cuenta de todas las cerezas antes de que uno pueda pro­bar alguna. Los pinzones reales llegan a destrozar los frutos de cáscara y no conozco otra protección contra ellos que la escopeta.


Hay que tener asimismo en cuenta los daños que otros animales causan a los frutos. Las gallinas no ata­can a los macizos de frutales pero picotean la fruta por lo que conviene mantenerlas alejadas. Hay que alejar asimismo a los gansos y a las cabras, pues devoran en un abrir y cerrar de ojos la corteza de los árboles y los matan.


Para resolver este problema se los mantiene fuera del frutedo o se protegen los troncos con tela metálica que hace imposible que los animales alcancen los árboles.